Capitulo 11

Raúl se ha dejado llevar, luego suelta la mano de Emilio con cierta timidez ya que no quiere que el chico se ilusione más de la cuenta. Raúl se levanta y deja un dinero sobre la mesa.
--bueno... yo ya me voy  nos vemos luego.
Emilio no sabe qué debe hacer..Desea tocarlo, besarlo. Pero se queda quieto. Raúl le pone la mano en el hombro y le sonrie muy fraternalmente.
--espera la llamada de Dan y quedate tranquilo.
--te esperaré siempre.
Raúl sonrie y se aleja de Emilio. Como no lo ve, Emilio no disimula. Disfruta mucho viendo el bonito trasero de él muy dibujado por los jeans. Salta y alza sus brazos entusiasmado porque tendrá para él a ese hombre. Raúl se ha girado de reojo a tiempo para ver la reacción de Emilio. Emilio no se da cuenta que Raúl lo ha visto y sigue devorándolo con los ojos, alzando las manos feliz. Raúl se aleja como si no se hubiera dado cuenta de nada.
--que chico este --dice divertido.

Días después, Emilio sale de la ducha. No ha vuelto a ver a Raúl y las ansias lo están devorando.
--Ya firmamos todo lo de la novela  ya todo está listo. Sólo falta que me avisen para el día ¿¿y cuando será eso?
El tiempo se le está haciendo eterno encerrado en esa habitación de hotel esperando la llamada de Raúl. Está aburrido viendo la televisión. Como siempre que suena el teléfono. Emilio lo toma con ansiedad deseando que sea Raúl pero como siempre está seguro que se va a desilusionar.
--hola Emilio ¿como te va?
Esa voz le penetra muy a dentro. Si es Raúl. Emilio deja el auricular. Salta de alegría.
--¡¡me llamó, me llamó¡¡¡por fin¡¡ya se acerca lo hora¡¡¡lo besaré¡¡¡nos besaremos¡¡
Emilio no se da cuenta que Raúl lo está escuchando todo divertido, conmovido pero también abrumado. Grita para que Emilio deje sus emociones y lo atienda.
--¡¡¡EMILIO¡¡¡EMILIO¡¡¿¿ESTÁS AHÍ??¡¡¿QUE TE PASA??
Emilio mira el teléfono sofocado. Lo toma deprisa por miedo a que Raúl se arrepienta y le corte.
--sí, ¡¡soy yo¡¡
--¿¿que te pasaba?¿porque no me contestabas?
Emilio no sabe qué decir.
--¿sigues ahi? --pregunta Raúl.
--¡¡sí, sí¡¡¡es que tenia muchas ganas de hablar contigo... hace tanto que no nos vemos¡¡
Raúl es muy amable y simpático:
--pues ya pronto Dan te avisa, ya está todo listo, yo calculo que como en dos semanas viajamos a España.
Emilio suelta de nuevo el auricular y da saltos.
--¡¡por fin, por fin. Voy a estar con el macizo¡¡
Nuevamente Raúl lo está oyendo y nuevamente sonrie divertido. No grita porque Emilio toma en seguida el teléfono. Para tratar de disimular Emilio dice:
---es que no se que pasa que se va la voz.
--si como no --susurra Raúl con ironía.
Luego ya más serio, Raúl dice:
--te vengo a buscar en una hora, tenemos que firmar el documento que te dije y quiero que sea en privado. Iremos a mi apartamento.
Emilio se excita solo de imaginar que estará en casa de él. Raúl lo conoce y dice:
--pero aún no nos acostaremos juntos así que no te empieces a revolucionar.
Emilio decepcionado:
--no, si yo no pensaba nada de eso.
--ni que no te conociera --susurra Raúl.
Nuevamente en voz alta Raúl le dice:
--¡es que para nuestro plan me interesa que hayas estado en mi casa, que el conserje te haya visto entrar almenos una vez y tampoco me interesa que nos vean firmando papeles¡ bueno, pues antes que se vuelva a ir la voz --dice cor ironía-- ya nos vemos...
Emilio se despide de él y empieza a dar saltos en la cama.

Como era de esperar, ya hacia rato que Emilio esperaba cuando llega Raúl. Lo ve llegar como si fuera un ángel, una aparición, como la más hermosa criatura celestial. Lo más más bello si cabe que cuando lo conoció. Emilio se acerca para recibirlo y se lo queda mirando fascinado, impresionado.
--¿como te va? --dice Raúl dándole un fraternal abrazo.
Emilio se funde en sus brazos, se siente morir. Desea decirle que lo ama y que no se quiere separar de él. Raúl se aparta de él y Emilio lo mira hechizado:
--te he echado de menos --le dice maravillado por su belleza.
--no será para tanto --dice Raúl para tratar de distanciarse un poco-
Raúl lleva unos jeans muy estrecho y a Emilio le excitan mucho sus curvas:
--lo ha sido, me aburro sin ti.
--tampoco vamos a estar pegados. Tendrás que hacer tu vida ajena a la mia y recuerda que no es nada de esto en serio, cero sentimiento, seremos amigos, y después tu haras tu vida y yo tambien.
Raúl le da un golpe en el cuello fraternalmente:
--ven vamos, tengo el coche ahí.
Emilio está sentado a su lado, se le ve un gran bulto en el paquete y eso lo excita mucho. Raúl hace que no se da cuenta, le hace gracia ser tan admirado aunque a veces le estresa la admiración de más.

Emilio está muy cerca de Raúl cuando entran en la casa de él aunque se mantiene un poco detrás porque le pone a mil verle el trasero cuando camina. Raúl abre la puerta y lo invita a pasar. Emilio pasa casi pegado a él. Raúl cierra la puerta.
--esta es mi casa... ¿quieres tomar algo..?
Emilio está feliz, ya que es la primera vez que un tio bueno lo lleva a su casa. Le parece un momento muy especial. No hay habitaciones, todo está ahí mismo y mira la cama ansioso. Raúl se le acerca y le dice:
--¡¡Eso no¡¡ no nos vamos a acostar juntos, no ahora.
Emilio lo mira con vergüenza y con ansias. Lo desea locamente. Lo mira con ardiente deseo pero no se atreve a decirle lo mucho que necesita tener sexo con él. Raúl mira a Emilio con cariño y le dice:
--eres un cachondillo. Ya dije que nada de sexo... son nuestras primeras citas.
A Emilio le excita mucho que él no se enoje, siente que le puede decir lo que sea y no se enojará. Ese grado de confianza con un chico guapo es algo que le encanta.
--pero si lo vamos a hacer¿porque esperar?
--¿y que dejamos para la luna de miel? --pregunta Raúl con ironía.
--¿y cuando haremos el amor? --Emilio ansioso.
Raúl sonrie:
--vaya tu directo. Nunca.
A Emilio se le desencaja el rostro:
--¿¿como? ¡¡tú me dijiste que¡¡me lo prometiste¡¡
Emilio casi llora y a Raúl le hace gracia:
--no te desesperes. Era una broma, pero no haremos el amor. Sólo será sexo.
A Emilio le devuelve el alma al cuerpo:
--dile como quieras... pero ¿cuando lo haremos?
Raúl resopla, lo mira con compasión.